El corrector de Word

 

No, no es bueno fiarse del corrector de Word, nos juega muy malas pasadas.
Llego a tiempo no es lo mismo que Llegó a tiempo, eso está claro, pero Word dará por buenas ambas. ¿Es lo mismo El niño se cayó que El niño se calló? Para Word sí, para nosotros, que escribimos el texto, no.
¿Que son ejemplos muy tontos? (Haz la prueba y verás como Word le pone una bonita tilde a este Que porque va junto a un símbolo de interrogación, pero en este caso no es un interrogativo y no debe llevarla). Pues si se lía con las cosas más simples, mejor ni pensar lo que hará con las complicadas.

Otro de los problemas que podemos encontrarnos es que Word se empeñe en cambiarnos una palabra. Por ejemplo, un término técnico que no reconoce, o un término en otro idioma: lo escribimos, nos lo cambia, no nos lo subraya, no nos damos cuenta. El resultado: un desastre.
En internet se encuentran consejos de cómo desactivarlo, la forma de hacer diccionarios de exclusión para evitar que corrija determinadas palabras y otras posibilidades que pueden sernos de gran ayuda para que no se nos fastidie un texto.

¿Podemos fiarnos de Word? Va a ser que no.