Archisílabos rimbombantes

Aurelio Arteta, catedrático de Filosofía Moral y Política de la Universidad del País Vasco, acuñó hace ya casi 20 años el término ‘archisílabo’ para referirse a esas palabras que en lo único que se diferencian de los términos a los que vienen a sustituir es en tener más sílabas. Como si las palabras, cuanto más largas, más importantes; como si el hecho de emplear palabras con más sílabas nos hiciera más listos.
Así, a causa del síndrome archisilábico llega un proceso a su finalización, no a su final. Así también, las ventas de un producto acusan una desaceleración y no un descenso. Por lo mismo, si se producen tensionamientos –tensiones– entre dos países, el diplomático X acusará al diplomático Y de sobredimensionar la problemática (no, no valdría con ‘exagerar el problema’).
No queremos ser exceptuación –excepción– a la regla, pero no sentimos ninguna afectividad –afecto– por estos palabros, y nos gustaría que fueran rápidamente deslocalizados –trasladados– a otro planeta. Si no empiezan a desaparecer pronto, harán explosionar –explotar– nuestros cerebros. Ah, se me olvidaba: recepcionaremos –recibiremos– con gusto cuanto archisílabo encuentres por ahí, para echarlo a la hoguera de las vanidades.

Aurelio Arteta lo explica con cientos de ejemplos y mucha más gracia en sus artículos dedicados a este asunto. Introduce la palabra 'archisílabos' en tu buscador y los encontrarás.