El pánico a caer en el dequeísmo ha traído como consecuencia un fenómeno de ultracorrección, el queísmo, que consiste en lo contrario: eliminar la preposición de cuando debe aparecer precediendo a la conjunción que. Ejemplos: *Estoy seguro que puedo, *Me alegro mucho que vengas.
Dos trucos nos pueden ayudar a combatir el dequeísmo y el queísmo y elegir la construcción correcta:
1. Sustituir el enunciado a partir de la conjunción que (conjunción incluida) por eso.
*Convénceme que lo harás/Convénceme de que lo harás= *Convénceme eso no suena bien, Convénceme de eso suena bastante mejor. Otro ejemplo: *Opino de que no tienes razón/Opino que no tienes razón= *Opino de eso suena bastante peor que Opino eso.
2. Pasar el enunciado a interrogativo. Si la pregunta exige la preposición de, es que debemos mantenerla, y al contrario. Ejemplo de queísmo: *Jorge se ocupa que lo llevemos todo/Jorge se ocupa de que lo llevemos todo= *¿Qué se ocupa Jorge? no tiene sentido, ¿De qué se ocupa Jorge? sí lo tiene. Y el ejemplo dequeísta: *Marta evitó de que te expulsaran/Marta evitó que te expulsaran= *¿De qué evitó Marta? suena muy raro; ¿Qué evitó Marta? sí suena bien.
Como siempre pasa, los hay que se empeñan en complicarnos la vida: verbos como advertir, avisar, cuidar(se), dudar e informar(se) admiten las dos construcciones. Para que no nos relajemos.
http://lema.rae.es/drae/?val=deque%C3%ADsmo
http://lema.rae.es/drae/?val=que%C3%ADsmo
Como siempre pasa, los hay que se empeñan en complicarnos la vida: verbos como advertir, avisar, cuidar(se), dudar e informar(se) admiten las dos construcciones. Para que no nos relajemos.
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