El punto y coma corre grave peligro de extinción, algo parecido a lo del pobre lince ibérico, tan especializado en su dieta de conejos. Este signo está especializado en marcar una pausa superior a la de la coma e inferior a la del punto, y justamente por estar ahí, en medio de esos dos gigantes de la puntuación, casi siempre nos olvidamos de él. No hay reglas muy fijas para usarlo, pero sí hay un caso en el que nos conviene mucho emplearlo, por lo mucho que facilita la lectura: las enumeraciones cuyos elementos incluyen comas.
Un ejemplo: Vinieron, por Asia, los tigres; por África, los leones; por América, los jaguares, y por Australia, los dingos. Como se ve en el ejemplo, antes de la conjunción y que da paso al último elemento de la enumeración se prefiere utilizar la coma para indicar que se está llegando al final, aunque no es incorrecto colocar punto y coma: Vinieron, por Asia, los tigres; por África, los leones; por América, los jaguares; y por Australia, los dingos.
Cuando los elementos de la enumeración no son complejos, el punto y coma no es necesario: Vinieron los tigres, los leones, los jaguares y los dingos.
Hay otros casos en los que puede usarse el punto y coma, pero elegimos conscientemente no hablar de ellos para no confundir al lector. Si logramos usarlo bien en las enumeraciones, ya estaremos haciendo bastante para evitar su desaparición.
Para hablar de él, es bueno saber que no varía en plural: los puntos y coma. Y es muy importante recordar que a continuación de punto y coma debe ir siempre minúscula.
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